sábado, 21 de febrero de 2015

Reflexión en torno al artículo de Manuel Rocha Iturbide: ARTE SONORO

El paisaje sonoro, escultura sonora o instalación sonora, yo lo concibo como una especie de escenografía auditiva que se puede apropiar del espacio más fácil que las demás disciplinas, y no solo me refiero al espacio tridimensional comprendido como lo que nos rodea, si no, también del interior de la persona. Un ejemplo de una artista que Manuel Rocha menciona también plantea otra posibilidad en cuanto a lo que es interno, la obra de Alvin Lucier que logra exteriorizar su interior, un interior que todos tenemos y que tiene resonancia. Lo que él hace es hacerlo perceptible a través de sonido, lo que me parece fantástico, cómo desde otra perspectiva a la que estamos acostumbrados el arte y la ciencia se conjugan. Así el arte sonoro es a mi parecer, aquella disciplina de las artes que logra la inmersión total del espectador, ya que no se ata nada más a algo visual.

Se nos educa para apreciar la música (sonidos organizados en el tiempo, como Rocha Iturbide cita a Cage) pero no a apreciar el sonido como tal, el ruido es algo aparentemente molesto, pero vivimos en el ruido, la ciudad es ruido y hay algo intrínseco a nuestra existencia en eso.  Así que cómo seria si profundizáramos como artistas en el desarrollo de obras y proyectos que fueran sonoros y lograran tener un sustento autónomo ¿qué tal que estudiásemos la Licenciatura en artes plásticas, visuales y sonoras?

El termino intermedia me parece que describe mucho mejor el uso que le damos a los nuevos medios en la practica artística. Obras así nos hacen más consientes de lo que perciben los otros sentidos y de cómo poetizar con el sonido, las sensaciones del tacto, o el olfato; con éste ultimo sentido recuerdo a Eduardo Kac y su proyecto Osmoboxes (http://www.ekac.org/osmobox.html).  

Al momento en que todo medio esta abierto a ser mezclado con otro vemos en muchas ocasiones la repetición de las mismas ecuaciones con mismos resultados en diferentes artistas que si bien podrían experimentar aun más.
Creo que haría falta ver en qué sentido, el arte sonoro como tal (Arte sonoro tiene que ver en general con obras artísticas que utilizan el sonido como vehículo principal de expresión, que lo convierten en su columna vertebral) lleva en sí mismo un mensaje particular, como disciplina y explorar a fondo cómo hacer un buen uso del recurso para que no se confunda con alguna especie de música experimental cuando por ejemplo no implica cierta interacción.

En el texto menciona a varios artistas, que desde mi punto de vista, han sido muy atinados, han aprovechando la apertura propia de los nuevos medios y la electrónica, que al no tener reglas preestablecidas en su uso y limites logran llevar el sonido y su valor expresivo más allá de la música. Ver sus pieza, inclusive las de Manuel Rocha Iturbide, me ayudó a entender más que nunca la diversidad de funciones que el sonido tiene en si.

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